La energía de fusión nuclear, la energía de futuro. En la búsqueda de soluciones tras el accidente de Fukushima
En el cruce de caminos
¿Está llegando a su fin la era de la energía nuclear? Los blogs, foros y los comentarios en las noticias están que hierven después de los acontecimientos en las plantas nucleares de Fukushima Daiichi.
En los últimos años y bajo el paraguas de protección de medio ambiente, diferentes lobbys de la industria nuclear han podido reanimar el discurso a favor de esta energía (que estaba en entredicho tras el desastre de Chernóbil). La naturaleza humana es bastante previsible: si en mucho tiempo no hay accidentes – no se percibe el peligro que pueden suponer las instalaciones atómicas. Sin embargo las ventajas son evidentes: abundancia de combustible, coste relativamente bajo, cero emisiones CO2.
Ahora, lo más probable es que los acontecimientos en Japón afecten de forma seria a los planes de los gobiernos para mantener y sobre todo para construir plantas nucleares. De hecho, Alemania ya ha paralizado varios proyectos.
En este clima de cierta inseguridad acerca de la energía nuclear tenemos que pensar en lo que vendrá después. Las energías renovables son desde luego la mejor solución. Pero su funcionamiento depende de efectos meteorológicos poco predecibles y no pueden garantizar el suministro al 100%. Por otro lado, la energía solar sigue siendo muy cara. Los combustibles fósiles por su parte ya tienen días contados, (siempre desde la perspectiva estratégica de unos 50 años). Será interesante quien caerá primero: el gas o el uranio. De este modo, vemos que la humanidad necesita encontrar o desarrollar una fuente de energía estable que pueda complementar a las renovables y asegurar el suministro.
La energía nuclear de fusión
¡Y los científicos la han encontrado! Está en el cielo, y más concretamente en las estrellas. Simplificando la teoría, la energía de futuro procederá de una pequeña estrella encarcelada en un reactor ubicado en tierra.
Espero que el lector no termine la lectura del artículo en este punto pensando que se trata de cuentos de ciencia-ficción. El reactor ya está en construcción, el primer plasma será producido en 2019.
La energía de fusión procede de la unión de dos núcleos ligeros que forma uno más pesado. En concreto, en las futuras plantas de fusión nuclear se usarán átomos de deuterio y tritio. ¡Es la misma reacción que se produce en las estrellas! Ambos elementos son abundantes en nuestro planeta ya que uno se extrae del agua y otro de material rocoso. Para que el lector se haga una idea, serán necesarios solamente dos litros de agua y 250 gramos de roca común para abastecer de energía una familia europea durante un año (!!!).
Para conseguir esta reacción es necesario confinar el plasma en un reactor, llamado Tokamak. El inventor de este sistema es el científico soviético Andrei Sakharov, que en 1950 diseña la primera botella magnética y la llama tokamak.
Las ventajas
Aparte del increíblemente minúsculo gasto de “combustible” que además es abundante en nuestro planeta, el reactor de fusión nuclear es totalmente seguro. Para su funcionamiento solamente alberga combustible para los diez próximos segundos de reacción. No requiere material altamente radioactivo ni deja residuos radioactivos, es limpio para el medio ambiente: no provoca “efecto invernadero” ni existe peligro de “lluvias radioactivas”.
Debido a la actual situación energética en el mundo y a la creciente demanda de fuentes seguras y limpias la energía nuclear es la respuesta más sonada. Pero los accidentes como el de Fukushima nos dicen que la energía producida por la fisión nuclear puede ser más cara de lo esperado. Este es el hueco que debe ocupar la energía de fusión nuclear: limpia, sostenible, abundante. Es la energía de futuro.
Proyectos actuales
Desde la creación de primer Tokamak en 1950 y sobre todo partir del éxito de los científicos soviéticos en 1968 con su tokamak que llegó a crear plasma a temperaturas de 10 millones de grados, los tokamaks empezaron a crecer como setas en todo el mundo. De los proyectos de más éxito podemos destacar el JET (Joint European Torus) y el TFTR (Toroidal Fusion Thermonuclear Reactor) en Princeton.
La principal esperanza en la actualidad es el reactor ITER (International Thermonuclear Experimental Reactor) que se está construyendo en Cadarache, Francia. Es un proyecto internacional en el que participan Unión Europea, Rusia, Corea del sur, China, EEUU, India y Japón.
Es el tercer proyecto más caro de la historia, solo por detrás de Proyecto Manhattan y Estación Espacial Internacional, pero muy poco conocido, en comparación, por ejemplo, con el Gran Colisionador de Hadrones.
En estos momentos se está construyendo la estructura donde se instalará el tokamak. El objetivo de ITER es probar todos los elementos necesarios para la construcción y funcionamiento de un reactor de fusión nuclear que serviría de demostración comercial, además de reunir los recursos tecnológicos y científicos de los programas de investigación desarrollados en ese entonces por la Unión Soviética, los Estados Unidos, Europa (a través de EURATOM) y Japón.
La construcción tiene que terminar en 2017, durante el 2018 se instalará el tokamak y en 2019 se espera producir primer plasma. Por tanto, ya no queda mucho.
Lo peor de todo está en que el ITER en sí es un experimento que no producirá energía. Funcionará hasta 2030 y en él se realizarán multitud de investigaciones. Después de 2030 hay dos posibilidades: 1. el proyecto de cierra; 2. el proyecto pasa a la fase DEMO. Esta fase es la que debe demostrar si realmente se puede hacer energía comercial de la fusión nuclear.
Debido al precio del proyecto, que además no para de crecer, hay muchas voces contrarias a él, sobre todo desde los ámbitos ecologistas. Se puede entender esta preocupación ya que el futuro de esta energía tampoco es 100% cierto y el horizonte para su producción es lejano. ¿Pero si la humanidad no hace este esfuerzo ahora, cuando lo hará?
Es nuestro objetivo
Con las energías renovables no podemos garantizar el suministro energético. Tampoco vemos la solución en la construcción de nuevas plantas nucleares. La solución está allí, disponible, pero requiere esfuerzo importante. Creemos que el progreso de la humanidad es debido a que en un momento dado hemos podido priorizar y elegir objetivos. Y la fusión nuclear es el objetivo que tenemos que apoyar ahora ya que los beneficios que dará superan con creces la inversión que ahora estamos aportando.
Por: Alejandro Uribarri / elexterior.es
[…] Aunque los ordenadores y los móviles sean una cosa prescindible, las energías, no lo son. Todos sabemos que las energías no renovables se van a acabar, y es necesario encontrar una fuente de energía renovable. Ésta podría ser la energía de fusión nuclear, todavía estudiándose.(Aquí dejo un enlace que explica por qué sería la mejor opción) […]